Renato Serra nació en Cesena, una pequeña ciudad de la Italia septentrional, en 1884. Lector extraordinariamente precoz, estudió en la Universidad de Bolonia y concluyó su aprendizaje erudito en Florencia. En 1910 fue nombrado director de la prestigiosa Biblioteca Malatestiana. Vivió la existencia retirada de un aristocrático «lector de provincia», dedicado a una incesante, apasionada conversación con los clásicos y con los grandes autores de la literatura contemporánea. Participó, desde una posición apartada, destinada a revelarse decisiva, en la fundamental aventura intelectual de las revistas militantes de comienzos de siglo, máxime «La Voce». En 1914 publicó el ensayo Le lettere. Serra terminó de escribir el Examen de conciencia de un literato, su obra maestra y su testamento espiritual, una semana antes de reincorporarse al ejército, el 1 de abril de 1915. Murió en el campo de batalla pocos meses después, el 20 de julio. Crítico literario genial y anticipador, insustituible «hermano mayor», prematuramente desaparecido, para los intelectuales italianos del siglo XX, Renato Serra expresó la lúcida y atormentada conciencia de una época de crisis, destinada a desembocar en las masacres anónimas y mecanizadas de la primera guerra mundial. Su obra, luminosa y fatalmente inacabada como todo el arte moderno, nos revela la altísima temperatura estilística de una escritura sometida a la ley de un demonio interior, que la transforma en espléndidos poèmes en prose, en centelleante «prosa de arte».