Richard Ernst (1900-1992), se diplomó en Breslau en 1922. Su especialización en la proyección y construcción de teleféricos le llevó a realizar obras famosísimas en los Alpes, Japón, Corea y Estados Unidos. Importantes cargos en la industria alemana después de la Segunda Guerra Mundial le permitieron contribuir de manera sustancial a la reconstrucción de Alemania. Desde 1957, Richard Ernst fue director técnico de la Kienzle Apparate GmbH en Villingen, donde desarrolló en 1968 el primer ordenador del mundo para la elaboración de datos.