Wilhelm Keitel, (Helmscherode, 1882 – Núremberg, 1946), fue mariscal de campo y jefe del Alto Mando de las Fuerzas Armadas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial. Como uno de los lugartenientes más leales y cercanos a Adolf Hitler, colaboró en la planificación y dirección de la mayoría de las campañas militares de la Wehrmacht durante todo el conflicto.
En la Primera Guerra Mundial sirvió como oficial de personal y con la República de Weimar ocupó diferentes cargos administrativos. En 1935 se convirtió en jefe de personal de la Wehrmachtamt (Oficina de las Fuerzas Armadas), dependiente del Ministerio de Guerra, y en 1938 alcanzó la jefatura del Oberkommando der Wehrmacht (Alto Mando de las Fuerzas Armadas) que Hitler había creado como el centro de coordinación del esfuerzo militar alemán hasta el final de la guerra en 1945. Tras los Juicios de Núremberg, fue condenado a morir en la horca.