Denunciar la mentira no tiene nada de extrano. Pero se puede poner a la verdad en el banquillo de los acusados? Eso es lo que hace este libro incisivo y perturbador concebido como una pesquisa en la que se imbrican activamente la historia y la filosofia. El autor afirma que la violencia contra el otro siempre encuentra un marco legitimo: en efecto las guerras justas las inquisiciones de ayer y de hoy las ocupaciones coloniales los gulags y los genocidios invocan con demasiada facilidad el nombre de la verdad...