
Si pudieras hablar con tu yo más joven, ¿qué le dirías? ¿Y a las personas que fueron importantes en tu vida pero que ya fallecieron? ¿Les contarías cómo te marcaron, cómo cambiaste? ¿Les confesarías que te equivocaste o que elegiste un camino que probablemente los decepcionaría?
Estas cartas sin respuesta de McKenzie Wark tienen destinatarias tan íntimas como imaginarias: su yo de la infancia, su hermana mayor, la madre de sus dos hijxs, distintas amantes del pasado y del presente, mujeres trans racializadas que no tuvieron sus mismos privilegios. Incluso hay una carta a Cibeles, la diosa antigua a la que admira contribuyendo a fundar su propia mitología queer. El dispositivo epistolar funciona como espacio de exposición personal y de reflexión sobre las formas inesperadas de un destino opaco y misterioso que nunca aspira a la completitud del ser. Wark revisa quién fue y quién ...leer más