La prosa breve de Walter Benjamin hace mucho tiempo que forma parte del canon de los clásicos modernos. Ya se trate de un sello, de una alfombra persa o de un tiovivo, incluso los fenómenos más insignificantes pueden ser objeto de la famosa imaginación intelectual de Benjamin, en busca de una comprensión más profunda del siglo xx. En cada fragmento se perciben las amenazas y catástrofes de la época… pero, al mismo tiempo, también la esperanza profunda de que todo sea, algún día, distinto y mejor. En la época actual en la que se publican con profusión las obras de grandes pensadores como Walter Benjamin, es muy oportuna la aparición de esta pequeña, pero gran obra, pues resulta un camino alternativo para entrar en la compleja obra del gran filósofo alemán.