En palabras de Jacques Lafaye, amigo y admirador del autor, este libro posiciona a Krauss como “el más famoso de todos los Kraus(s)”, trazando un linaje imaginario que lo conecta con el gran Alfred de Vigny, quien alguna vez se refirió al verdadero genio como “el antepasado de todos ellos”. La referencia no es casual: Krauss no sólo domina la forma breve, sino que eleva el aforismo a una dimensión casi metafísica, donde la intuición y la reflexión convergen en una claridad reveladora.