En realidad, este libro no es un libro de poesía. Este libro es una caja de resonancia donde, feroz pareja de amantes, combate el sonido con su silencio correspondiente. Es también la llanura donde se encuentra la luz con la adherida sombra, el pecho en el que choca el latido impetuoso con la desgana húmeda.
En realidad, este libro no es un libro de poesía. Es tierra mojada, lluvia que moja la tierra, manos que arañan la arena, arañas que tejen sin manos los sueños que perlan la noche con gotas que empapan la greda.
Este libro no es un libro de poesía. Es guarida, viento, el tren y el viaje, cristal y murallas derrumbadas, cantos, estrellas y embriones. Es el anhelo solitario del gigante de una pavana, que se envuelve en el dolor y gime en pretérito imperfecto.
En realidad, este libro, sí, es pura poesía.