En este libro se relata la huelga estallada en la minera San Martín, en el municipio de Sombrerete, Zacatecas, en julio de 2007, con la demanda de mayor seguridad e higiene para los trabajadores de la mina. Este movimiento se inicia poco después de la trágica muerte, en febrero de 2016, de 65 mineros debido a la explosión de la mina de Pasta de Conchos, también operada por Grupo México, principal grupo minero mexicano, cuyo dueño es el segundo hombre más rico en nuestro país, y que nunca fueron rescatados ni por la empresa ni por las autoridades correspondientes.

El autor, Sergio Elías Uribe Sierra, enmarca su relato en el contexto nacional y global del cambio estructural iniciado en México en los años ochenta del siglo XX, cuando comienza la reprivatización de la minería mexicana, y estudia los impactos de la transformación reciente del sector minero en las familias de los trabajadores a partir de testimonios de los propios trabajadores.

La ley minera vigente, resultado de la contrarreforma agraria a partir de la modificación al Artículo 27 constitucional, posibilita que el territorio nacional pueda ser concesionado a empresas privadas mineras nacionales y trasnacionales a las que se ha concesionado más de 30 millones de hectáreas. Esta transformación implicó una intensa tecnificación, el despido masivo de mineros y la sobreexplotación de la fuerza de trabajo.

No es pues casual que, como señala el autor, “en el Estado de Zacatecas el outsourcing se ha triplicado en 10 años, siendo la industria minera la que ocupa el primer lugar de trabajadores subcontratados en toda la entidad”.

Sombrerete es uno de los distritos mineros de mayor importancia del estado de Zacatecas, 40 por ciento de cuya superficie se ha concesionado a la industria minera, y que aporta una cuarta parte de la riqueza minera nacional, es el principal en la extracción de plata de México –el productor número uno de este mineral en el mundo– así como de plomo y zinc, y el segundo en oro y cobre.