La elección de Nicolas Sarkozy parece haber sumido a Francia en un estado de ingravidez: regalos fiscales para los más ricos, socialistas deslizados a la derecha, atlantismo, exhibicionismo presidencial, designación de chivos expiatorios inmigrantes o musulmanes, etcétera. Pero denunciar la política de Nicolas Sarkozy no basta, ya que su victoria se debe, en parte, a sus defectos. La diversidad de síntomas esconde una verdadera crisis de la democracia. Para comprenderla es preciso identificar, tanto en el presente como en una perspectiva histórica de largo plazo, factores de peso como el vacío religioso, el estancamiento educativo, la nueva estratificación social, el impacto destructor del librecambio, el empobrecimiento de las clases medias y la desorientación de las clases superiores. Emmanuel Todd no deja a nadie a salvo, en ningún campo. Su enfoque permite comprender por qué la so...leer más