El Principito de Saint-Exupéry se ha convertido, para una gran multitud de hombres y mujeres de nuestro siglo, en la narración clave de su vida. El Principito les ofreció refugio en horas de soledad, desengaño y desamparo; fue también el acompañante imprescindible en sus búsquedas y anhelos interminables. El Principito volverá a esta tierra, cuando ayudemos a superar las contradicciones que le echaron a perder. El Principito tiene que vivir en esta tierra. Éste es el objetivo central del presente ensayo psicoanalítico y teológico que desea seguir soñando en los símbolos densos de la famosa narración de Saint-Exupéry con vistas a la propia vida. Investigar este librito y su mundo psíquico significa preguntar hasta qué punto puede haber una esperanza digna de crédito para nuestro inhumano siglo. Tenemos conciencia de vivir en medio de un desierto que se extiende sin cesar. La pregunta e...leer más