Hoy es consciente todo historiador de que el objeto de su disciplina no es el pasado en sí mismo, sin aquello que, en las huellas que el pasado nos deja, aún puede responder a las cuestiones que hoy nos planteamos. Lo asignado a la historia no es, pues, resurrección aquella que soñaba Michelet-, sino una labor de comprensión. Para atender a las exigencias más recientes del historiador, el diccionario se ciñe estrechamente a lo que funda su carácter de producto científico: 1. Los métodos (como el tratamiento informático, la historia cuantitativa, la historia oral, la prosopografía, etc.). 2. Los conceptos (anacronismo, crisis, decadencia, memoria colectiva, etc.). 3. 4. Las áreas (la demografía histórica, la historia económica, la historia militar, etc.). 5. Los objetos (la alimentación, la educación, las relaciones internacionales, etc.). 6. Las cuestiones históricas y los historia...leer más