Hoy se escribe más que nunca, especialmente gracias a las facilidades que proporciona Internet. Sin embargo, no debemos ignorar que esa red actúa de «papel virtual», de soporte inmaterial de la escritura, pero no contribuye ni un ápice a que el usuario de la lengua escriba mejor desde ningún punto de vista. Más bien podría asegurarse lo contrario: los errores se multiplican infinitamente y afectan a mayor número de personas, puesto que otra de las características de la red mundial es la de dispersar, expandir en copias innumerables aquello que se lanza al ciberespacio. El empleo de las nuevas tecnologías pone de manifiesto nuestras carencias en cuestiones de lenguaje. Ha de ser preocupación nuestra, pues, utilizar en cada caso la expresión más correcta construida con los términos más adecuados, puesto que tantos son los ojos que analizan nuestros escritos.
En consecuencia, hoy m...leer más