El acceso al aborto en México implica un proceso social, cultural y político, largo e intenso, que comienza con su definición como problema de salud pública; pasa por las negociaciones y los conflictos políticos entre los grupos de feministas y de derechas en las diferentes arenas de poder incluyendo sus sentidos y significados contrarios; toca tanto las agendas públicas internacionales como las nacionales, y alcanza las acciones políticas del Estado. Este libro ofrece un análisis de los dos modelos divergentes de política pública de institucionalización de la perspectiva de género puestos en marcha en el país, y de las tensiones entre los valores, las normas y los comportamientos de la sociedad que han impactado los procesos de legitimación de las políticas sobre el aborto.