El guerrero aplicado
1912. Jean Paulhan enseña el malgache en la Escuela de Lenguas Orientales. Cuando estalla la guerra, es destinado como sargento al 9º de los Zuavos. Se conoce de él una fotografía bastante bella. La frente alta, la mirada un poco soñadora o melancólica, la barbilla, por contraste, bien dibujada y casi dura, todo indica una viva atención al universo interior, y también la facultad de ver y de actuar. Herido el 25 de diciembre de 1914 en el bosque de Saint-Mard, Jean Paulhan saca provecho de los ocios forzados. Será un libro breve, uno de los más verdaderos que haya habido sobre un tema que se presta a las efusiones, El guerrero aplicado. El título, pretendía Valéry, es admirable: lo dice todo. Espíritus notables lo elevan al rango de las obras maestras.
Progresos bastante lentos en el amor
La vida de la parte trasera presenta, sin embargo, much...leer más