Escribimos en soledad, pero, de un modo u otro, pensamos siempre en compañía. Este libro se pregunta cómo construir formas de resistencia para la vida intelectual, que es también una vida que se interesa por lo común.
Cómo escribir, cómo construirse una voz, cómo hacer compatible la propia individualidad con una distancia irónica respecto a lo que se dice, cómo enfrentarse a los límites materiales de un tiempo más propicio a las tentativas de huida y al “sálvese quien pueda” que a la reflexión son algunas de las preguntas que el autor aborda en estas páginas. Para ello, propone la figura del intelectual plebeyo, una manera de reconciliación con la pasión alegre en y a través del pensamiento y la escritura. La crítica del presente, lejos de dar ocasión a la melancolía o la desesperación, es capaz de ofrecernos el goce alegre de ese pensar (y sentirse pensando) para con los otros.