En la actualidad sobreviven del yoga, sobre todo, los ejercicios físicos que ayudan a lograr un estado vital más relajado y equilibrado. No obstante, como explica Osho, las posturas no vinieron primero, sino que los practicantes se dieron cuenta de que al alcanzar un estado meditativo, el cuerpo adoptaba ciertas posturas de modo natural. Al estar cuerpo y mente tan íntimamente conectados, es posible lograr cierta paz de espítritu mediante una postura corporal que corresponda a esta paz. Pero sería un error creer que el carro tira del caballo. Al retroceder a las enseñanzas originales como punto de partida, Osho aclara la relación cuerpo-mente y revela que el yoga no es una serie de ejercicios físicos, sino lo que él llama "una ciencia del alma".
En El sendero del yoga, Osho explica el sentido de algunos de los sutras más importantes de Patañjali, el primer "científico del alma"...leer más