Bastantes libros se han escrito sobre este personaje o de esta figura que había recibido el nombre de “musulmán” en muchos campos de exterminación nazis, y que a la postre se convirtió. asimilando los demás nombres empleados para el mismo uso, el nombre “propio” de esta categoría de deportados reducidos a un extremo de sobrevivencia suspendida en los límites de la humanidad, y aun de la animalidad. No me corresponde aquí agregar testimonios ni análisis. Cuando mucho lo que puedo es desear -pero ignoro si quizá ya se ha hecho- una comparación exacta entre lo que sabemos de los “musulmanes" y lo que sabemos de situaciones análogas en muchos campos o sitios de detención de otra especie, con diversas finalidades, comenzando naturalmente con el Gulag y sus descendientes.