Incluir en un mismo libro ensayos filosóficos y ensayos políticos pudiera parecer, a primera vista, una extravagancia o un sinsentido, si la primera materia se entiende como mera especulación sin asidero con la realidad y a la segunda se la ve aferrada a los puros hechos sin posibilidad alguna de remontar el vuelo. Sin embargo, la experiencia tiene una larga trayectoria fructífera, tanto en el pragmatismo estadounidense, desde James y Dewey hasta Rorty y Quine, como en la propia doctrina alemana, con figuras como Adorno, Horkheimer y Habermas. Sobrevolando a unos y a otros, la extraordinaria presencia del británico Russell. Y es que entre la reflexión filosófica y el análisis político no existe incompatibilidad alguna insuperable, sino más bien cercanía dialéctica, en cuanto una y otro se mueven en el ámbito de los parámetros lógicos y han de recurrir a operaciones mentales de muy par...leer más