La vida en la ciudad de Kinsfield, New Hampshire, es como la de cualquier otro suburbio: monótona, conservadora, casi asfixiante. Sobre todo para un grupo de jóvenes sin perspectivas de futuro, cuya única vía de escape es el consumo compulsivo de drogas y de contenidos online. Sin embargo, hay algo que distingue a este pequeño pueblo de otros: el número inusual de suicidios adolescentes sobre los que se acumulan episodios cada vez más violentos y sobrenaturales. Imaginen un film de Harmony Korine o una serie como Euphoria, pero con altas dosis de horror cósmico y psicodelia. Espacio negativo es una novela que documenta el clima emocional de nuestra época, porque su realismo suburbano logra retratar ese preciso instante en el que la precaria estructura de la realidad se desmorona, mientras nos esforzamos por pretender que nada está sucediendo.
Mediante un relato fractal en el qu...leer más