El deporte es uno de los signos de nuestro tiempo, pero cabe reconsiderar cómo incide en nuestras vidas y someterlo a una reflexión crítica para extraer conclusiones éticas.
El universo deportivo es multiforme, ambivalente y presenta abundantes claroscuros. Demasiado a menudo es una forma de canalizar patologías, disfunciones y contravalores de nuestras sociedades posmodernas. Examinar sus miserias nos permitirá apreciar la brecha entre lo que es y lo que debería ser; y analizarlo desde la perspectiva moral nos permitirá identificar tanto sus problemas como sus potencialidades humanas.
Bien orientada, la praxis deportiva atesora un gran potencial formativo y axiológico. El auténtico homo deportivus encarna importantes valores morales. Gracias a ellos nos enriqueceremos como personas y avanzaremos en nuestro camino vital. En suma, se trata de explorar la dimensión moral...leer más