Felix Tissot, ceramista de procedencia francesa, llegó a Taxco, México, en 1956, cuando la ciudad emergía como una bulliciosa capital turística, y pronto se volvió un personaje emblemático por méritos propios.
Ana Elena Mallet moldea la trayectoria creativa de Tissot y transmite las cualidades que lo hicieron un pionero del diseño, no sólo por los objetos que creaba, sino por la visión para proponer un modo de producción inclusivo y colaborativo, aunada a la sensibilidad para unir lo mejor de varios mundos en una empresa que hoy en día se llamaría “sustentable”.
Esta publicación se acompaña con un texto de la antropóloga Gobi Stromberg, quien perfila el ambiente cultural de Taxco en aquella época y apunta la definitiva influencia de Tissot en el entorno. En palabras de Mallet, el artista “supo aportar a su estética un diseño innovador y moderno sin perder la esencia de l...leer más