A diferencia de las disciplinas en las que la reflexión sobre sí mismas no forma parte de ellas, en la filosofía, como lo testimonia la obra de filósofos pertenecientes a distintas épocas y tradiciones, desde Platón y Aristóteles hasta Wittgenstein o Husserl, esa reflexión ocupa una posición central.
Dado que no existe un modo canónico de entender y practicar la filosofía, al menos uno que exceda el ámbito de una particular escuela o tradición, la reflexión sobre la propia disciplina resulta ser más imperiosa que en otros ámbitos. Y lo es sobre todo en tiempos de crisis y de transformaciones, por lo que no es sorprendente que el siglo que acaba de finalizar, caracterizado justamente por una acumulación de cambios radicales o «giros», haya sido una época especialmente rica en producción metafilosófica.
En el ámbito de la filosofía iberoamericana la filosofía de la filosofí...leer más