Una entrañable historia sobre la importancia de tener lugar en el otro, ser reconocido y amado.
Un gato callejero se da cuenta de que todos los demás gatos tienen un nombre, salvo él: el gato del zapatero, el que vive en la librería… ¡el de la cafetería incluso tiene dos nombres! Un día, cuando menos se lo espera, encuentra aquello que en realidad buscaba sin saberlo.