La ciencia occidental ha obedecido a ciertos principios ordenadores que definen los campos del saber y legitiman determinadas formas de acercamiento al mundo que nos rodea. Tales principios ordenadores siguen el paradigma cartesiano que separa el sujeto del objeto, con una esfera propia para cada uno: la filosofía y la investigación reflexiva por un lado, la ciencia y la investigación objetiva por el otro.
La diferenciación de los campos de saber a partir de estos principios ordenadores se ha definido, además, desde una identificación de un polo del binomio con otro. Así, por un lado naturaleza corresponde a cuerpo, a femenino y a objeto; por el otro, cultura corresponde a razón, a masculino y a sujeto.
A pesar de que algunos esfuerzos disciplinarios han llevado el estudio de los sujetos y de las sociedades por rumbos más abarcadores, el cuerpo se toca tangencialmente ya...leer más