Partiendo de un ojo que ve un huevo, el sol, los genitales del toro, Bataille –que tenía un inusual talento interdisciplinario, acudiendo a diversas influencias y diversos modos de discurso para crear su trabajo– nos introduce en el temor atávico al miedo del placer y nos lo revela, asimismo, como un planteamiento repetitivo del contenido erótico, repulsivo con sus lindes sociales con lo prohibido y el mal. Es una novela abierta a una interrogación que se desata invariable y obsesiva acerca de los excesos sexuales. A decir de Roland Barthes, en esta obra Bataille “fuerza” la elección de las imágenes en la combinación de las dos cadenas metafóricas empleadas hasta crear una especie de estructura matriz. El resultado es un erotismo metonímico que deshace las contigüidades usuales de los objetos para reemplazarlas por nuevos encuentros, aunque limitados por la persistencia de un único te...leer más