Al mismo tiempo que la informática ha ido perdiendo el halo mágico que tuvo en sus primeros tiempos, las interfaces se han ido adaptando al nuevo y mayoritario usuario permitiendo que el manejo del ordenador le resulte más sencillo. Este libro comienza presentando un estado de la cuestión de la Interacción Persona-Ordenador (IPO), una disciplina que surge de forma paralela al fenómeno de popularización de los sistemas informáticos y que tiene como objetivo facilitar al máximo el uso de los ordenadores. La autora parte de la IPO como disciplina desde donde abarcar uno de los puntos clave de nuestros tiempos: la información.