Al igual que en un conjuro o en un mantra, en los que se buscan las palabras justas, en su justo orden (¿o será un orden de sonidos?):
un niño en la oscuridad, presa del miedo, se tranquiliza canturreando. Camina, camina y se para de acuerdo con su canción. Perdido, se cobija como puede o se orienta a duras penas con su cancioncilla (…) salta del caos a un principio de orden en el caos, pero también corre constantemente el riesgo de desintegrarse.
El ritornelo les posibilita a los seres vivientes asumir puntos de referencia que los orienten en el caos de la vida y constituir así una dimensión que los haga sentirse “en casa”, pero también es aquello que “los fuerza” a salir de sus esquemas habituales (de sus casas) para crear otros nuevos, e incluso, a veces, para lanzarse hacia “el cosmos”: el muro de defensa más sutil contra el caos.
Pero lejos de señalar la simpl...leer más