«Vivimos tiempos críticos y por eso creativos. En los últimos cincuenta años ha cambiado la cartografía política e ideológica del mundo. Cayeron estructuras y con ellas muchos esque-mas mentales. Quedaron los sueños. Como pertenecen a la sustancia del ser humano, siempre quedan. Permiten nuevas visiones y proporcionan el entusiasmo necesario para el pensamiento y la creatividad.
Junto a los sueños convive también mucho sufrimiento. Muchos perdieron la estrella-guía. Otros fueron destruidos por dentro, incapaces de entender la ruina de tantas visiones generosas. Viven solo porque no mueren. Pero dentro ya les cortaron las fuentes de la esperanza. El sufrimiento, más que la admiración, hace pensar.
Los textos que aquí reunimos nacieron en los últimos años, bajo el impacto de las convulsiones históricas que se dieron y sufrieron y que afectaron biográficamente también al auto...leer más