En 1943, Robert Antelme, joven de veintiséis años, redactor en el Ministerio de Información francés, entra en la Resistencia. La amistad decide por él. «No fuimos héroes», recordará Marguerite Duras, casada en aquella época con Antelme, «la Resistencia vino a nosotros porque éramos gente honrada». En 1944 es detenido por la Gestapo y deportado a Alemania, al igual que su hermana Marie-Louise. Buchenwald, Gandersheim y Dachau son las etapas sucesivas de esa deportación. En El dolor, Marguerite Duras narra los días de abril de 1945 consumidos en la espera de Robert, en la pesadilla sobre su retorno. Hallado en Dachau, presencia sin identidad («un Ecce homo sin sujeto, muestra de nadie, muestra no de un hombre, sino el Hombre reducido a su esencia irreductible», escribirá mucho más tarde Dionys Mascolo), es sacado del campo por sus amigos. Durante el viaje de regreso, «infernal y maravil...leer más