El nacionalsocialismo sigue mostrándose rebelde a los procedimientos del análisis político e ideológico. En el fondo permanece sencillamente «inexplicable» y, en ese sentido, no cesa de acosar la conciencia moderna en cuanto algo así como un «posible» por siempre en potencia, a la vez puesto en reserva e inminente en nuestras sociedades. Y es que el nacionalsocialismo no se presentó en ningún momento como una política determinada [...], sino como la verdad de lo político. En cuanto tal, expuso a la luz del día, para de inmediato oscurecerla, la esencia no política de lo político, algo que ninguna «politología» ni filosofía política están capacitadas para alcanzar.
Pero si esta esencia de lo político hay que buscarla por el lado del arte, tampoco ninguna estética o filosofía del arte pueden deshacer el lazo inextricable que hay entre el arte y lo político. Y ello porque sus categ...leer más