«Creo que nunca volveremos a vivir unos días tan hermosos», nos dijo A. sobre la insurrección de 2006, apenas unos minutos después de conocernos, cuando nos recibió en su casa de Oaxaca (México).
A mediados de 2006, la anual protesta de los maestros del estado de Oaxaca canalizó —vía Radio Plantón— el malestar de la comunidad frente al estado de cosas existente: se pasó de exigir la renuncia del gobernador a poner sobre la mesa todas y cada una de las injusticias y abusos de poder que se iban acumulando.
Durante más de seis meses la ciudad de Oaxaca se levantó contra un gobierno injusto, y además se negó a organizar uno nuevo. El pueblo, articulado en asambleas, se expresó con claridad: tomó la palabra y los medios de comunicación, organizó marchas de protesta y levantó barricadas para frenar los ataques de grupos militares y paramilitares, quemó edificios oficiales y li...leer más