Jean-Louis Chrétien nos propone una meditación sobre la pérdida, concentrándose sobre esa forma esencial de la pérdida que es el olvido. Una meditación sobre la pérdida no es necesariamente doliente ni lastimera: puede ser gozosa y fortificante. No puede encontrarse, ni tiene por qué buscarse, nadie que no haya perdido algo en su ser mismo, nadie que no se haya perdido incluso. El comienzo de nuestra historia sólo puede ser contado por los otros, y desde el exterior: lo que funda nuestra memoria se encuentra cerrado para siempre y prohibido para la memoria. Hemos comenzado por la pérdida y el olvido.
Desde Merleau-Ponty hasta Levinas y otros muchos, la cuestión de un pasado que nunca fue presente es capital en la fenomenología contemporánea, así como lo había sido para Schelling. Lo es aquí igualmente, y la mayor parte del libro está consagrada al olvido y a sus diversas formas...leer más