La historia de la humanidad está íntimamente ligada a la comunicación y ha dado lugar a sociedades en las que las capacidades comunicativas son esenciales para la convivencia y el progreso. Cada día, aunque a veces no seamos conscientes de ello, aprendemos nuevas formas de comunicarnos. La comunicación nos rodea, nos empapa, y es parte fundamental de nuestra personalidad. Y este escenario, en el que la presencia de la comunicación es constante, requiere un intenso ejercicio de adaptación a nuevos mensajes y a las nuevas formas de comunicarse. La filosofía es tachada a menudo de discurso incomprensible o para eruditos y, sin embargo, las teorías filosóficas encierran sencillas fórmulas magistrales que nos ayudan a orientarnos mejor en los nuevos escenarios de la comunicación. La navaja de Ockham, ¿puede servir para manejarse en Twitter? ¿Tiene algo que enseñarnos sobre Internet y las n...leer más