Teología y biografía, fe y experiencia, contemplación y acción son inseparables en la persona de Martín Lutero. Por eso la búsqueda de la figura histórica de Lutero habrá de tratar siempre a un tiempo de su vida y de su fe, de su mundo y de su Dios, de la imagen que tenía de sí mismo y de los juicios sobre él. De la personalidad de Lutero son constitutivos tanto el retraimiento contemplativo y meditativo del lector y traductor de la Biblia, del orante, del poeta espiritual y del cuidadoso intérprete y autor de textos, como la sinceridad activa, creadora y comunicativa del predicador, del polemista y del virtuoso de la lengua que se abre paso hacia lo público en el siglo de la imprenta. Lutero se encuentra simultáneamente ante el rostro de su Dios y en el horizonte del mundo, y ambas cosas desde la comprensión de sí mismo como hombre y cristiano surgida de la interpretación de la palab...leer más