“México recargado”, nos dice Adrián Sotelo en este nuevo libro suyo, es la figura emblemática de un país que insiste en mantenerse sumergido en el pasado, asumiendo conductas, paradigmas y dogmas que en otras latitudes se han agotado y que lo han precipitado a una crisis cada vez más abismal que no tiene visos de solución. Las clases dominantes, el capital y el Estado se empecinan en las políticas neoliberales y en entregar los recursos del país a las empresas transnacionales en un afán por reproducir la acumulación de capital mediante el despojo, la rapiña y la especulación.

De acuerdo con la hipótesis central en torno a la cual se organiza el presente libro, a partir de 1982 se instauró un patrón de reproducción secundario-exportador volcado al mercado mundial como exportador de manufacturas de contenido industrial dependiente, y éste comenzó a agotarse desde el año 2000 para dar paso a una nueva modalidad que denomina “primario-exportadora de segunda generación” —para diferenciarla de la economía exportadora del siglo XIX— y que algunos autores llaman “reprimarización” y otros “extractivismo”, que es la que funciona en países como Brasil y Argentina.