Una puesta en escena sobre los reportes de lectura, la dictaminación de manuscritos y los absurdos del campo editorial actual.
Prólogo de Daniela Tarazona.
¿Cómo se elige qué libros publicar? Algunos editores confían en sus criterios y en sus programas, mientras que otros tienen lectores «expertos», ajenos a la editorial, que valoran los textos por ellos, creando a veces situaciones inverosímiles o dramáticas, en donde los años de trabajo (genial o mediocre) de un autor quedan en manos de personajes velados. Tomando la forma de una obra de teatro, esta sarcástica puesta en escena de los procesos de dictaminación es tan crítica como desoladora.
«Para el dictaminador, hacer un reporte de lectura es dinero en la bolsa. Pero, más que por el pago —que no es mucho—, o por el prestigio —que es inexistente—, el dictaminador lo hace porque mantiene la esperan...leer más