Simone Weil fue ante todo filósofa. Y ello desde un principio. Pero ni sus temas fueron los más convencionales ni sobre todo lo fue su manera de abordarlos: un método de lectura de los textos filosóficos y literarios que aprendió de la mano de Alain (Émile Chartier). De la relación con su maestro dirá más tarde: «Hay una parte de su pensamiento que he asimilado hasta el punto de no poder distinguirlo de mi propio pensamiento, y otra que he rechazado». Sobre todo quedará marcada por su exigencia de probidad intelectual, unida a la crítica incansable de las formas de poder.
Aparte de los trabajos primeros surgidos en la clase de Alain entre 1925 y 1928, esta edición contiene los dos ensayos de 1929, «De la percepción o la aventura de Proteo» y «Del tiempo», la memoria para el Diploma de Estudios Superiores de 1930, «Ciencia y percepción en Descartes», y textos posteriores sobre as...leer más