Cuando se produjo la caída del muro de Berlín algunas voces optimistas vaticinaron una nueva etapa para el derecho internacional, libre por fin del oportunismo y los dobles raseros de la guerra fría. Sin embargo, las pretensiones hegemónicas de los Estados Unidos y de sus aliados han propiciado una radical redefinición de las relaciones internacionales, caracterizada por una férrea voluntad de dominio militar, político, cultural y económico. La rehabilitación de la guerra como instrumento de intervención en el ámbito externo, y el recorte de derechos y libertades en el ámbito interno, constituyen la expresión más acabada de ese giro hacia el militarismo experimentado por la mundialización capitalista. Ahora bien, dicho proceso sólo podía consolidarse en abierta contradicción con el derecho internacional de los derechos humanos y con el constitucionalismo de derechos elaborados tras la...leer más