El término Rizoma fue introducido por Gilles Deleuze y Félix Guattari para explicar los lazos entre contenidos cognoscitivos que se contraponen al tipo de articulación más usual, en ramificación progresiva desde un concepto inicial. Éste es el modo más habitual de articulación en las ciencias formales o en las exposiciones sistemáticas de cualquier disciplina en que se comienza por unos principios o tesis iniciales y luego se van enlazando en progresivo desglose el resto de sus conceptos.

Estos autores rompieron con la lógica dicotómica al tomar de la botánica el término rizomático, utilizando la metáfora del rizoma para describir la teoría e investigación que permite el acceso y salida de puntos no jerárquicos en la representación e interpretación de datos. Afirman: “Un rizoma no comienza y no termina, siempre está en medio. El árbol es filiación, pero el rizoma es alianza, el árbol impone el verbo “ser”, pero el rizoma tiene por tejido la conjunción y, en esta conjunción hay fuerza suficiente para desenraizar el verbo ser”. Para ellos, lo rizomático carece de unidad que pueda ser centrada, se establecen relaciones y conexiones transversales. No existen puntos en el rizoma y sí líneas interconectadas en procesos continuos y cambiantes.