Este trabajo podría titularse propiamente "Del humanismo político al carnaval imperialista"; o, también, "El ridículo en la religión y la política", es dedir, el efecto terapéutico del humor para las más graves enfermedades de la religión y la política.
Lleva finalmente por título las palabras necesarias para expresar que sólo la liberación de la inteligencia con todas sus potencialidades posibilitará la percepción estético-moral del otro como copresencia que sonsiste en destino. (...) En este trabajo se relaciona la concepción originariamente social de la naturaleza humana, del individuo, más aún, su índole divinamente visionaria, con los recursos ingeniosos de la inteligencia. Agustín Andreu
Anthony Ashley Cooper, tercer conde de Shaftesbury (1671-1713), en su carta/tratado sobre el sentido común o de lo común y la libertad de pensamiento, se enfrenta a la filosofía p...leer más