¿Resulta útil (re)pensar la relación medios-poder político en términos de sistemas o modelos? ¿Es posible definir un mundo nítidamente organizado en categorías estáticas? ¿Cuántos modelos son necesarios para caracterizar las diferencias? Este libro brinda herramientas conceptuales y analíticas para responder provocativamente a estos cuestionamientos. La mirada de investigadoras e investigadores en las nuevas generaciones de estudiosos de la comunicación permite ir más allá del enfoque meramente normativo, para elaborar nuevas propuestas empíricas. Advierte, también, sobre los peligros de replicar o crear nuevos modelos sin cuestionar la fluidez, el dinamismo y la interconexión del actual entorno mediático.