La fuerza creadora escapa a toda denominación (…) Probablemente ella misma es materia, una forma de materia que no es perceptible con los mismos sentidos que los otros tipos conocidos de materia. Pero es preciso que se deje reconocer en la materia conocida. Incorporada a ella debe funcionar. Unida a la materia, debe tomar cuerpo, devenir forma, realidad. Esta es la experiencia del arte demarcada por la obra de Paul Klee y sobre ella versan los escritos aquí reunidos bajo el título de Teoría del arte moderno.
Pero más acá de la obra hay su génesis: registro difuminado, desenfocado de la imagen-cuerpo: líneas, claroscuros, color. La ley gravífica terrestre cede en soberanía. Poco a poco son fuerzas centrífugas las que dominan la escena: el enraizamiento terrestre se desentiende en favor de una común participación cósmica. Levitar, volar. Nadar, bucear. ¿Aire? ¿Agua? Cualquiera sea...leer más