«Cuerda imagina en Tiempo después un futuro reducido a un rascacielos (el Torres blancas) levantado en medio del desierto de lo real. En el exterior, la lucha de clases sigue gozando de tan buena salud como desde el momento en que alguien supo nombrarla. Los códigos que rigen este microuniverso de guardias civiles, barberos poéticos, conserjes exasperantes y algunos arquetipos sempiternos se verán puntualmente desestabilizados por el gesto revolucionario de un vendedor de limonada. Bajo el humor, resulta palpable el desencanto del cineasta ante un mundo en caída libre».—Jordi Costa
«Hacía muchísimos años que no se publicaba en la literatura humorística en castellano una joya como Tiempo después; nos ha tenido que venir a rescatar de la mediocridad del hábito uno de los de siempre».—Edu Galán
«Tiempo después es poesía, un acontecimiento cultural de primer orden».—Arturo V...leer más