Un cine llamado deseo analiza paso a paso, desde la perspectiva que dan «casi treinta años» de experiencia profesional en el cine, las diversas etapas y elementos que, una vez realizados y reunidos, dan como resultado una película: desde la idea que la hace surgir, hasta su edición final y, como colofón, el «triste día del estreno». Pudo haberse llamado también Cartas a un joven cineasta, pero Wajda prefirió dedicárselo a sí mismo o, más bien, al «joven increíblemente inocente» que, según confesión propia, era en 1949, cuando dejó la pintura para dedicarse al cine.
Se trata entonces de un prontuario, y no hay nada que sea relevante para un director de cine (para un cineasta en general), que no esté delimitado y desglosado en el libro de Wajda. Los ejemplos y los detalles son mínimos, pero suficientes e intencionados, quizá porque no hay muestra más clara de la experiencia adqui...leer más