Hoy en día ya no se defiende la idea romántica y heterosexual del “amor de mi vida”. Al contrario, podemos observar la expansión de diversas prácticas sexuales que en otros tiempos estaban prohibidas o eran catalogadas como trastornos psicológicos. Como antropólogo considero que los nuevos modelos de relaciones amorosas y sexuales son dinámicas aún experimentales que buscan evadir los pliegues de la intimidad: ansiedad, sometimiento, conflicto, rutina, control y dependencia. Por ejemplo, para las generaciones jóvenes el poliamor es más racional y sano que los matrimonios monógamos, fracasados y repletos de infidelidades… y tienen razón. Los celos, sin embargo, son la clave del fracaso de las relaciones abiertas.
Un mundo sin tabú es una obra imprescindible, pues en ella Janine Rodiles ha reunido una serie de voces que exploran con profundidad el variopinto escenario de las prác...leer más