Miembros de organizaciones provenientes de todo México y de Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Uruguay se relatan sus experiencias de lucha contra el proceso mundial de expropiación del agua. Lograron abrir la puerta a enfoques ambientales, sociales, económicos, políticos, jurídicos y territoriales para elaborar un diagnóstico y vislumbrar alternativas técnicas y organizativas, colectivas e integrales