Una crítica del tipo de socialismo construido en la URSS se ha convertido en una tarea urgente, y tan necesaria como lo fue, y lo sigue siendo, la crítica del Capitalismo, si verdaderamente se quiere contribuir en la edificación de un socialismo democrático.
A partir de un análisis de la producción en régimen llamado socialista, de la dialéctica existente siempre entre las relaciones económicas y las relaciones sociales, se ponen al descubierto los complejos mecanismos del funcionamiento de un aparato cuyo pretendido fin sería la salvaguarda del socialismo; de un Estado que se niega a ver la lucha de clases y reprime sus manifestaciones como simples desviacionismos amparándose en los efectos mixtificantes de una Revolución histórica.