La modernidad tiene un valor de método y de norma en la realización histórica de la cultura mexicana, tiende a definir su quehacer y lo que debe ser, se presenta con carácter imperativo como vía y fin de la historia nacional.
Podemos dividir en tres tiempos la construcción moderna del Estado mexicano: el primero, la génesis del Estado-nación, a fines del siglo XVIII y hasta la construcción de la República en 1824; el segundo, la definición del Estado nacionalista, que culmina a finales del siglo XIX e inicios del XX, y el tercero, el liberal, que expresa un cúmulo de reformas que intentan dotar de cierta orientación moderna al país en el cambio del siglo XX al XXI