¿Había que pensar el «tiempo», cuando se sabe, desde los griegos, que su división según los tiempos de la conjugación convierte su existencia en inasible? ¿Y que, dominando el curso de la vida, nos conduce a no poder ya imaginarlo sino como una travesía, entre comienzo y fin, girándonos desde el principio hacia el fin? Pese a la reiterada invitación de los poetas: «carpe diem!», todavía no concebimos qué pueda ser vivir en el presente...
Por eso es por lo que he intentado, pasando por el pensamiento chino, salir de ese gran pliegue del «tiempo». Pues China ha pensado el «momento» estacional y la «duración» de los procesos, pero no una envoltura que contenga a los dos por igual y que sería el tiempo homogéneo - abstracto.
Al hacer esto, China nos invita a releer la fórmula de Montaigne: vivir, no en el presente, sino «a propósito»; así como a asomarnos a estas nociones co...leer más